Querido Marco:
Sigue lloviendo, yo creo que es un buen presagio. Cuando Alicia tuvo el accidente también llovía.
Te escribo momentos antes de fugarme. Espero que todo lo que me he tomado sea suficiente para entrar en coma y reunirme con ella.
Eres mi único amigo. Te dejo la casa que preparé para Alicia y para mi.
Ah, donde quiera que me lleven, ven a verme y habla conmigo: cuéntamelo todo, no seas tan hermético.
Hasta siempre mi amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario