domingo, 23 de marzo de 2014

Third Star

—¿Qué tal el libro?
—Creo que está más interesante con las hojas quemadas.
—Voy a ir a nadar.
—Tu madre dijo que...
—Ya lo sé. Mañana nadaré hasta la mitad de la bahía y no volveré. Conozco la inmensidad de lo que les estoy pidiendo, pero déjenme nadar.
—No.
—No.
—Jim... No podemos dejarte, hombre. 

Third Star

—¿Saben? Si esto fuese el cielo, estaría contento.
—Me encanta la sutileza con la que traes, de nuevo, el tema de tu muerte. Lo había olvidado.
—No, en serio. No es que crea en las puertas del cielo... ¿Tú qué opinas, Dave? ¡Vamos!
—No sé. Quiero creer en algo, de verdad quiero. ¿Reencarnación? ¿Volver a nacer?
—¿Cómo un molusco?
—¡No arruines mi nirvana! Jajaja.
—No, pero en serio. Nuestra alma... He estado pensando y leyendo mucho sobre ello, por supuesto, y creo que tiene algo que ver con esa ciencia mágica de la que no sabemos nada. Como la materia oscura. De hecho, hay creencias en la fe budista respecto a la energía constante. Físicos cuánticos han demostrado su existencia. Un perfecto y eterno espacio universal.

Third Star

James Kimberley Griffith.
Verán, yo... Lo curioso de la vida es... ¿Qué es lo que se dice? Lo curioso de la vida es... Jajaja, oh. Tengo 29 años; no cumpliré 30. Pero estoy bien, en serio, estoy bien.

domingo, 23 de febrero de 2014

Me bloqueé

—¿Me puedes dejar sola?
—¡Espera un segundo! Tengo una carta que debes leer, ¿Bien?
—¿Cuál es tu puto problema? ¡Dásela tu mismo!
—Déjame decir algo. No me verás nunca más si solo la lees, ¿Si?
—Esto está tan mal.
—Sí, solo léela.

lunes, 10 de febrero de 2014

Soy la que cae

Quizá, solo quizá, yo sea la que se cae. Toda familia tiene a alguien que cae, que no llega a la altura de los demás, que tropieza. Ese a quien la vida le da zancadillas. Quizá yo soy la que cae.

 
Extracto de la película "About Time".  

domingo, 9 de febrero de 2014

Me pierdo en ella

Esta mujer de mierda.
Normalmente no me gusta que una mujer me mire a los ojos, y ella lo hace muy a menudo. Pero no sé qué tiene, cuando ella lo hace no me importa. Solo la veo y en seguida tengo una erección que da miedo. Parece que supiera lo que pienso, o que yo supiera lo que ella piensa. No sé, es un ida y vuelta. 


Me gano la vida respirando. Soy un respirador, me pagan por respirar

—Entonces, ¿a qué te dedicas?
—Soy lectora, en una editorial.
—¡No! ¿Te ganas la vida leyendo?
—Sí, exacto, yo leo.
—Qué fantástico. Es como decir: "Me gano la vida respirando. Soy un respirador, me pagan por respirar". ¿Cómo conseguiste ese trabajo?
—Bien, sabelotodo. ¿En qué trabajas tú?
—Soy un abogado. Más o menos.

Ritmos y patrones repentinos

Siempre supe que eramos una familia rara. Para empezar, estaba yo: muy alto, muy flaco, muy pelirrojo. Mi mamá era linda, pero diferente a las otras mamás, tenía algo sólido, algo rectangular y poco sentimental. 

Carta de Fitwilliam Darcy a Elizabeth Bennet

No se alarme, señorita, al recibir esta carta, ni crea que voy a repetir en ella mis sentimientos o a renovar las proposiciones que tanto le molestaron anoche. 

sábado, 8 de febrero de 2014

Carta de James Joyce a Nora Barnacle: ¡Eres mía, querida, eres mía!

Querida mía:

Quizás debo comenzar pidiéndote perdón por la increíble carta que te escribí anoche. Mientras la escribía tu carta reposaba junto a mí, y mis ojos estaban fijos, como aún ahora lo están, en cierta palabra escrita en ella. Hay algo de obsceno y lascivo en el aspecto mismo de las cartas. También su sonido es como el acto mismo, breve, brutal, irresistible y diabólico.